Pocas personas somos capaces de disfrutar de una bonita excursión si tenemos heridas en los pies o piedras en un zapato que nos ocasionan un malestar importante. La interpretación que podemos hacer de los bonitos rincones de un viaje, de aquella bonita canción en compañía de una persona importante, o la compañía de buenos amigos y familia se puede ver alterada por el sufrimiento que ocasionan esas molestias.

Es muy importante saber afrontar las situaciones y poder manejarlas lo mejor posible. Aprender a caminar, lograr eliminar las piedras de nuestros zapatos, implica que podamos actuar, nos obligará a poder emprender nuevas acciones.  Debemos tener en cuenta que para ser felices tenemos APRENDER a caminar de otra manera distinta a la que lo estábamos haciendo hasta el momento.

Las oportunidades a veces no llegan, ya están delante nuestra pero no logramos verlas y como dice WILLIAM SHAKESPEARE: “Nosotros sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos llegar a ser”. La confianza en uno mismo es fundamental en nuestro cometido diario para aprender a caminar correctamente con fuerza e ilusión.